miércoles, 15 de octubre de 2008

Alive and tailing

Qué pereza contar todo lo que ha pasado desde la última vez que escribí. Voy a intentar hacer un resumen rápido:

29/10 Llegada a mi nueva casa. 

Soy recibido por mis estupendas compañeras con una cena de bienvenida y un post-it en la cama que dice "Welcome Luis" con un smiley. Llevaré ese post-it en mi cartera durante las próximas dos semanas, soy un sentimental (lo sé, ya estoy buscando tutú y zapatillas bailarinas a juego).

29/10 Primer día en la academia.

Me han metido en el nivel más alto; conmigo están una koreana que debe tener en su cuarto un poster de Oscar Wilde en ropa interior a tamaño natural , un suizo que arregla relojes, tres españoles (dos profesores y un teleco) y un húngaro que se llama Atila. Por aquello de romper el hielo me hago el graciosillo en la clase de gramática haciendo una broma sobre el apasionante campeonato de arado disputado el último fin de semana (totalmente verídico, asistieron 200.000 personas) con gélida acogida por parte del profesor. Empiezo con buen pie.

A lo largo de la semana me iré dando cuenta progresivamente de que cuando yo creo que estoy hablando en inglés los demás realmente escuchan algo en plan blau, blau, blau, como le pasaba al pequeño ayudante de Santa Claus.

1/10 Despedida de Kobi

Quedo con mi ex-compañera de piso australiana para tomar un café porque es su último día en Dublín y acabo en un concierto de uno de sus compatriotas en un local bastante chulo llamado The Sugar Club. Redescubro el concepto de concierto como un evento en el que un tipejo/terror-de-las-nenas se presenta en escena con una batería, un taburete y un portátil, Mac por puesto, aprieta el play y de vez en cuando se levanta para acompañar la música pregrabada cantando o tocando un poco la batería. En su favor hay que decir que la música no era mala y que además a veces también tocaba la pandereta.

3/10 Karaoke

Llego a casa el viernes por la tarde incubando un catarro respetable y decido quedarme bien arropado en el sillón del salón viendo la Historia Interminable. Empiezo a ver la peli, llega una de mis compañeras francesas y me comenta que esta noche nos vamos de karaoke. Me resisto. Utiliza su acento francés, que para el que no lo sepa es como cuando los jedis utilizan la fuerza, y antes de que Bastian mangue el libro ya me estoy cambiando para salir.

Los siguientes acontecimientos son algo confusos debido a la combinación de vino y medicamentos pero puedo decir con casi total certeza que canté All That She Wants a duo con una checa y probablemente Jingle Bells.

5/10 Excursión a Howth

Me voy con Carmen, una compañera de la academia, a visitar a un pueblecillo pesquero cercano a Dublín llamado Howth. Nos hace un día más a menos bueno y la excursión resulta agradable. Me quedo con ganas de ir al campo de golf que creo que es relativamente famoso por las espectaculares vistas al mar y además es público, con lo que jugar 18 hoyos sale por unos 35€, palos incluidos. Adjunto una foto insípida por darle algo de color al tema:


Y como ya es un poco tarde y mañana hay que madrugar, dejaré las historias de la semana pasada para otro día. ¡Un abrazo a todos!

2 comentarios:

Unknown dijo...

Te recuerdo que vamos a verte los días 14,15 y 16 de Noviembre.Haznos un hueco en tu apretada agenda de mujeres,please!!.

Luis dijo...

¡Están marcados en rojo en mi calendario!