jueves, 20 de noviembre de 2008

Tailor drawer

Bueno, buueno. Esto de escribir contando tu vida es una de esas cosas que, como la pelusa de debajo de la cama, crece cuanto más lo vas dejando. A ver, me pongo con ello:

Supongo que lo que más interesará es la SEX PARTY!! que organizamos en mi casa hace unas semanas. Ya me estoy arrepintiendo, pero creo que tengo la obligación moral de compartir esto con el resto del mundo:


Sí, en efecto. Yo quería disfrazarme de chulo pero en plan molón, tío duro, o al menos con un resquicio de masculinidad, pero me dejé aconsejar por Stef  (es la de mi derecha, es alemana y puede conmigo con un brazo atado a la espalda, así que de poco habría servido resistirse) y acabé convertido en esto. Fue gracioso, la verdad.

La fiesta fue entretenida aunque, paradójicamente, creo que el tema del sexo cohibió un poco a la gente.

A ver que más... La fiesta de Halloween en la escuela, celebrada un día antes de la oficial. Ahí va un testimonio visual del evento:

El cuchillo en la cabeza hizo furor primero en la escuela, sobre todo entre los asiáticos que parecía que no hubieran visto nunca nada parecido, y más tarde en los pubs donde hablé con más desconocidas (¡irlandesas al fin!) que en todos los demás años de mi vida juntos, multiplicados por tres y sumándole 5. ¡Eso si que es ir a cuchillo! Juas, juas.

El 1/11 nueva visita a Howth para ver la playa, que se nos mostró esquiva la última vez:


Excursión a la cárcel de Kilmanhaim con el cole el día 11/11. Muy interesante no tanto por la cárcel como por las historias de la gente que estuvo allí que nos contó la guía. No tengo fotos de mi, así que pongo una escalera:


Lo siguiente es la visita de The Painos (señores de Paino-Lopez-Dufour + señorita hermana) el pasado fin de semana. Fue muy agradable tener contacto con España de nuevo y ponerme al día de lo que pasa por allí. Salimos un par de noches y el domingo comimos unas pedazo de ¡ostras! como estas:


Y estos somos nosotros en el Temple Bar fotografiados por un amable y borracho irlandés:


Saldada mi deuda con la Historia, me despido con un abrazo y la promesa de seguir escribiendo con la regularidad acostumbrada.